domingo, 11 de abril de 2010

Más culo que cerebro


Llegado el sábado por la tarde, el conjunto azulgrana se media ante un rival, a priori, accesible.
Luego de dos semanas sin fútbol y donde el clima impidió los entrenamientos (tan buenos días que no daban ganas de entrenar), llegaba el equipo en dos bandos, los del bondi (Cataldi, Buzzanca, Bracciale) y los del carro (Blanco, Spacapan, Maestropiedra, Sánchez, Tocho, Negrelli).
Impactados por el regular estado del campo de juego, hicieron el reconocimiento del campo, mientras algunos tocaban la bola para sentirse en acción ya que eran pocos los que habían tenido contacto con el balón en estas dos semanas.
Pasados los minutos reglamentarios, llegó el rival de turno: Hispano, quienes parecían desganados y tuvieron toda la paciencia del mundo para comenzar a cambiarse.

Ya todos en cancha, el conjunto dirigido por el dictador Buzzanca se paró así:
Tocho; spaca, facu, buzza, cata; mari, chupa, tropa; agus.
Un equipo que se paraba firme en defensa y que trataba de no descubrir el mediocampo, ya que los volantes laterales, debían cerrarse para marcar cuando era necesario. La línea de cuatro en el fondo, daba la tranquilidad en el medio, sabiendo que siempre un defensor sobraría.
No obstante, ni bien comenzado el encuentro, la Side se encontraba perdida, sin poder hacerse dueña del esférico, habiendo sufrido algunos remates que poco complicaron al portero académico, por lo que el Capitán decide mover las piezas, y pasar a jugar con línea de 3 en el fondo (cata, buzza, spaca) y un doble cinco compuesto por Bracciale y Negrelli.
Para esto, habían pasado ya algunos minutos y el Mov sólamente se arrimó con dos remates, uno de mari que no pudo conectar bien el balón y otro de Spaca desviado cuando el poliya entraba solo por el medio. Pese a esto, tampoco había sufrido sobresaltos en defensa, más que los ya mencionados, lo que a final del primer tiempo, daba como síntesis un partido aburrido, cerrado, parejo y con muy poco fulbo.
En el entretiempo se lo consultó al rasta si podía seguir jugando, quien dijo que sí pese a estar muy dolorido, sabiendo que dejar al equipo con uno menos, podía ser catastrófico.
Pasó entonces a jugar de delantero, pegado a la jirafa Blanco, pero volcado sobre su linda línea izquierda.
Con este movimiento, el tucán debía cubrir su posición, pero siempre quedaba con un tipo en el medio también, ya que el tigre de bengala Negrelli, se la pasó salvándole las papas al señor de la noche, quien se olvidaba constantemente de su labor como mediocampista por ajuera y no como mediapunta abierto.
El único que tuvo visión para considerar este grave error en el medio, jue el Chiqui (admirador de Franco Tirri), quien sin ninguna indicación pasó a cubrir el puesto de Tropa, bajando en casi todas y tratando de subir para poder cortar su sequía de goles.
Así, daba un poco más de oxígeno a los del medio; ahora alternaban en las seudosubidas entre Facu y el Chupa. Para esto, Buzzanca tuvo otra acertada elección: Spaca pasó de "líbero" aunque siempre con marca, y el cabrón 14, ahora hacía de lateral derecho, demostrando su buen estado físico, yendo y viniendo en cada jugada.
Si bien se veía un equipo parado como el culo, no sufría en defensa: Los volantes delanteros de ellos se encontraban cansados, spaca y cata, aunque al pelotazo, sacaban todas y anticipaban muy bien, el conjunto del bar se encontraba dividido entre los de la mitad de la cancha para atrás y los de la mitad para adelante, por lo que tampoco generaban jugadas por abajo, sino que eran casi todos pelotazos.

Los de la Usina provocaron una sola jugada clara, donde agus, una vez más le alcanzó la pelota a las manos al cancerbero.
La única idea clara que no salía pero estaba al caer, provenía de los balones detenidos y los laterales ofensivos, donde en una oportunidad no pudo cabecear cómodo el 9 de área, tras un buen pase de cabeza de Mari y en otra oportunidad Buzzanca cabeceó algo molesto al tener que agacharse, pero se encontraba absolutamente libre.
Pasado el minuto y medio de descuento, el MS tenía un lateral desde la derecha, perfecto para tirar al área, pero incómodo para el ejecutor del mismo ya que no se podía tomar carrra, entonces le toca el esférico al Sánchez, éste se la devuelve al tucán, tira un centro que rebota en su marcador y la pelota se va al córner. Del mismo se encargó la Poliya, que tran un centro bombeado, provoca la peinada del Chupa, que de lo malo que es cabeceando, le deja la pelota no tan cómoda al gruñón Buzzanca, éste remata y si bien la redonda no entraba, el arquero iba en busca de ella, hasta que con el pecho un defensor se la desvía, dejándola mansita a menos de un metro de la línea y quien aparece es quien debía aparecer: Agustín Fernando "Profeta" Blanco, quien con sólo un rose cambia el rumbo de la bola, el rumbo del partido y el rumbo de la Siderúrgia en el torneo.
A segundos sólamente del final, el equipo inglés consiguió una victoria que le sirve para mirar a los del fondo unos escalones más arriba y a los de arriba sin anteojos.
A falta de fútbol (y mucha falta), una victoria era lo que se necesitaba y se dio.

Lo bueno: Volver a casa con tres puntos bajo el brazo.

Lo malo: Casi todo. No volvimos a poder conectar el mediocentro con la delantera. No tuvimos una jugada clara de gol que no sea de balón detenido. No levantamos (fundamentalmente) la cabeza una vez para meter un cambio de frente, cuando, por ejemplo, la tenía mari o alguien por la derecha, cata aparecía más sólo que Robinson, y lo mismo del otro costado, en el primer tiempo varias veces Mari o Spaca estaban absolutamente libres, y parece ser que es una regla, que jugada que se empieza por una punta, debe terminarse por esa misma, y entonces ya somos un equipo descubierto por el rival. No siempre hay necesidad de golpearla de frente cuando se quiere hacer un cambio, muchas veces aparecía facu o yo libres, para poder dar la vuelta, y el único que vi que se la pasó en más de una oportunidad al gordo, jue Rata, pero al final el mismo gordo se encerraba en la punta izquerda. No tenemos que ser unos caballitos que bajamos la cabeza y corremos para adelante y hasta el fondo no paramos. Eso, hasta el partido de ayer, no nos resultó, sino contemos la cantidad de jugadas que tuvimos en ataque, y van a ser menos de 3 por partido. Hay que tratar de usar un poco más la cabeza para generar jugadas diferentes a las que se hacen veinte veces por partido y casi no tienen resultado.

Puntajes:

Tocho (5): Bien bajo los tres palos. Muy flojo sacando desde abajo.
Spaca (5): Anticipó y sacó en casi todas las jugadas, sobre todo en la segunda mitad, pero no paró de hacer planchas y no dejó al conjunto con uno menos de orto.
Buzza (5,5): De líbero cumplió, cuando pasó de lateral, jue un clemente rodríguez total (pelado, oscuro y de ida y vuelta).
Facu (4,5): Pasó desapercibido, no tuvo demasiada influencia en general, ¿será que casi no habló?.
Cata (4,5): Quitó, pero no pasó al ataque como pretendía el DT.
Mari (4): Quiso generar juego ofensivo, pero casi no tuvo posibilidad.
Chupa (4): Con poco ritmo cardíaco, alternó buenos quites y algunas pasadas de largo y por momentos no se apegó a la marca como debía.
Tropa (3,5): Mucho sacrificio para un tipo aún lesionado. Se lo notaba con algo de miedo para tomar contacto con la pelota, cosa lógica siendo que el menor golpe en su rodilla podía ser un veneno casi letal.
Agus (5,5): En su puesto no tuvo demasiadas chances, aún se lo ve inmaduro para esa posición, pero el hombre de medias blancas y bordeaux, supo leer el partido para no perderlo, y terminó coronando su desgaste con un gol.
Maradona: Agus, por el sacrificio constante, marcando a toda máquina y llegando hasta el área contraria en cuestión de segundos para poder poder convertir. Su gol no lo hace ni de casualidad el Maradona de este encuentro.

Chenemigo: La creatividad siderúrgica. Si bien no se dio la jugada preparada, en ningún momento tratamos de hacer algo diferente para conseguir un acercamiento al otro arco.
El segundo tiempo eramos una batata de la mitad para atrás y nos salvamos más por ellos que por mérito nuestro.
Ahora el DT tendrá una semana para tratar de recuperar juego en base a los entrenamientos de explosión.
Se hablaba por estas horas que de no conseguir que la Comisión Directiva incorpore a Dondi, ni a Tamudo, Buzzanca renunciaría, cediendo su banquillo a Patricio Hernández.
Movimiento por no Descender (y arruinarle la fiesta a Esneider).






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